FIEBRE EN LOS NIÑOS

Pediatría Humanizada

FIEBRE EN LOS NIÑOS

La fiebre en los niños es el principal motivo de consulta pediátrica. Constituye un síndrome que puede acompañar a enfermedades autolimitadas, así como a enfermedades graves que pueden poner en peligro la vida. Suele pensarse que esté relacionada siempre a procesos infecciosos, sin embargo, puede presentarse también en enfermedades con trasfondo inmunológico, alérgico y neoplásico. Se ha llegado al consenso internacional de considerar fiebre a la temperatura corporal superior a 38°C.

El síndrome febril se define como “la elevación térmica del cuerpo como una respuesta específica, mediada por el control central, ante una agresión determinada”.

La fiebre se debe medir con un termómetro homologado y no con el tacto. Puede tomarse la temperatura en el recto, en la boca o en las axilas, según la edad y la cooperación del niño.

¿Qué hacer si un niño tiene fiebre?

El control de la fiebre se debe lograr mediante medios físicos así como con medicamentos antipiréticos como el paracetamol, ibuprofeno, naproxeno, entre otros. Siempre que se brinde una dosis de medicamento debe ser con previa indicación del médico pediatra a cargo de su niño.

  • Hidratación abundante con agua.
  • No abrigar en exceso ni caldear la habitación.
  • Aplicar paños húmedos templados o frescos, nunca fríos, en la frente.
  • Darles baños continuos con agua templada durante 15-20 minutos, dejando que el agua se vaya enfriando poco a poco a la vez que el pequeño.
  • Baños de esponja con agua tibia.

Si la fiebre no remite o se mantiene por encima de 39,5ºC, será necesaria una nueva valoración del pediatra.

El uso de medicamentos siempre debe ser racional ya que lo más importante es tratar la causa fundamental que dio origen a la fiebre y evaluar la evolución clínica del niño.

¿Cuándo consultar al pediatra?

Existen algunos casos en los que es necesario acudir al pediatra para que valore el estado del niño:

  • Si es menor de dos años, especialmente si tiene menos de tres meses.
  • Si está alicaído, somnoliento, irritable o presenta malestar general.
  • Si tiene puntitos rojos de color cereza o manchas negras en la piel.
  • Si tiene 40ºC de fiebre y no para a pesar del tratamiento con antitérmicos.
  • Si tiene fuertes dolores de cabeza o vómitos.
  • Si le cuesta respirar o sufre una convulsión.

Por el simple hecho de tratarse de una manifestación que puede acompañar tanto a cuadros leves como a enfermedades que ponen en peligro la vida, es necesario que todo niño con fiebre sea valorado por un médico pediatra. Es necesario determinar la causa de la fiebre y brindarle el tratamiento necesario.

REALIZA TU CONSULTA EN LÍNEA O EN CONSULTORIO 
Sin comentarios

Publica un comentario

Abrir chat
1
¡Hola! ¿En qué podemos ayudarte?