24 Mar Formulas lácteas especiales
La leche materna constituye indudablemente el alimento de elección en el bebé porque además de suministrar el mejor aporte nutricional, disminuye las alergias y aumenta las defensas del bebé por lo que lo protege ante las infecciones y le brinda cierta protección ante enfermedades crónicas.
Sin embargo, hay circunstancias especiales en las cuales es necesario buscar maneras alternativas de alimentación para complementar o suplir la lactancia materna y en ellas deben utilizarse las fórmulas lácteas. Generalmente, estas fórmulas son bien aceptadas pero un porcentaje de los bebés presentan intolerancias o alergias dietéticas, problemas digestivos que dificultan la absorción o alteraciones metabólicas por lo que se debe recurrir a fórmulas especiales.
Existe una multitud de diversas fórmulas lácteas en el mercado. Entre las más usadas están las fórmulas sin lactosa que se utilizan en aquellos niños que presentan intolerancia a la lactosa, la cual generalmente es transitoria después de una infección gastrointestinal, por lo que estas fórmulas se utilizan temporalmente durante 2-3 semanas.
Fórmulas de proteína de soya.
Existen fórmulas de proteína de soya que tienen indicación de utilizarse cuando se necesita una dieta exenta de lactosa por intolerancia comprobada, para la alimentación de lactantes de familias vegetarianas y niños con alergia a la proteína de la leche de vaca.
Fórmulas de hidrolizados protéicos
Las fórmulas de hidrolizados protéicos se utilizan también en casos de alergia a la proteína de leche de vaca, enfermedades digestivas que causan alteraciones en la absorción de las grasas y situaciones de afección intestinal grave.
Fórmulas antiestreñimiento, anticólico y antirreflujo.
También hay fórmulas antiestreñimiento, anticólico y antirreflujo como ayuda para el manejo de estos síntomas aunque la mayoría de estos son temporales y mejoran paulatinamente sin necesidad de cambios dietéticos o uso de medicamentos.
Siempre es necesario realizar una valoración adecuada del bebé y evaluar su desarrollo y crecimiento antes de realizar un ajuste alimenticio que implique suspender la lactancia materna. Por ello es fundamental que todas estas decisiones sean evaluadas por su pediatra antes de realizar algún ajuste.
Se recomienda que se realicen valoraciones en el recién nacido por parte del pediatra de manera rutinaria. Es necesario realizar valoración por parte del oftalmólogo en algunos casos, por ejemplo, cuando el bebé fue prematuro, tiene algún signo de enfermedad ocular o antecedentes familiares de enfermedad ocular infantil.
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