26 Feb Cambios en pubertad y adolescencia.
La adolescencia es un período en el que se producen cambios físicos y psicosociales que comienzan con la aparición de los primeros signos de la pubertad y terminan cuando cesa el crecimiento.
Este período ocurre generalmente durante la segunda década de la vida. Mientras la pubertad es un acontecimiento fisiológico del ser humano, la adolescencia es un concepto socio-cultural. La adolescencia es un período de aprendizaje para la adquisición de los conocimientos y estrategias para afrontar la edad adulta.
Como mencionamos, la adolescencia emerge con la aparición de los primeros signos de la transformación puberal que son consecuencia de cambios hormonales que generan el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, crecimiento longitudinal, cambios en composición corporal y transformación gradual en el desarrollo psicosocial.
Todos estos cambios tienen una cronología que no es igual en todos los individuos y que suele ser más tardía en los hombres que en las mujeres.
Inicialmente, entre los 6 y los 8 años de edad, se produce la adrenarquia que es el incremento en la producción de hormonas que traduce en la aparición y crecimiento del vello axilar y púbico, desarrollo de olor corporal e incremento de la secreción de las glándulas sebáceas.
Posterior a ello, procede el desarrollo y crecimiento de los testículos y el pene en los varones así como de las mamas en las mujeres. Estos cambios se estiman comparándolos con la escala de Tanner que está estandarizada para su uso en la valoración del desarrollo de la maduración sexual.
Además de esto, se produce una aceleración del crecimiento longitudinal durante la pubertad.
Todos estos cambios físicos tienen una correlación en la esfera psico-social, comprendiendo cuatro aspectos: la lucha dependencia-independencia, la importancia de la imagen corporal, la relación con sus pares y el desarrollo de la propia identidad.
En sí, la adolescencia se trata de un período crítico pero con la ayuda de los padres y del mejor conocimiento de su desarrollo y potenciales problemas, el adolescente madura y se convierte en un adulto competente.
Se deben priorizar las vacunas que protejan de las enfermedades que tienen mayor riesgo para la persona, tomando en consideración la situación epidemiológica del país.
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